Me sentí mal.
Me sentí sola.
No dejaba de llorar.
Agarré una libretita y escribí cosas horribles. Lo grité todo.
Me hablé muy feo.
Me traté muy mal, como no trataría a nadie nunca.
Me repudié.
Me desprecié.
Me hice mucho daño. Hoy hice eso.
Me, me, me, me... Todo yo a mí misma. Debo dejar de prestarme tanta atención.
Así que quiero emprender un viaje.
Será un viaje conmigo misma.
Entre paraje y paraje de la vida, aprenderé a respetarme. Y a quererme.
Como soy, como vine, porque por algo vine. Algo debe ser.
Hoy inicia el viaje decisivo. Porque así no se puede vivir.